No me digáis que no tiene delito el diseño.
El caso es que pusieron en Antena3 una película malísima (de la que no diré título, por el qué diréis) pero que me dio la idea de desempolvar ese regalo y de leer un par de poemas por noche antes de dormir.
Quizás no recordéis la entrada que publiqué hace ya bastante tiempo sobre la reacción psicosomática que me producía leer las "Coplas a la Muerte de su Padre", de Jorge Manrique.
A mí me vino anoche a la mente, cuando sentí de nuevo esa sensación, mientras leía "Sonatina", de Rubén Darío, incluida en mi libro de mesilla. Ya sabéis, la de "La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?"