sábado, 26 de noviembre de 2011

Una de terror

Supongo que nos habrá pasado a mucha/os que una tarde no hay ningún plan. Bueno, más bien es que no apetece ningún plan que implique salir de casa. Es entonces cuando me propongo adecuar el salón para una tarde de cine: cojines, palomitas, la persiana bajada, agua y refrescos... y la tarde perdida en escoger la película.


Porque la elección muchas veces depende de cómo tenga el día; hay tardes que me apetece una comedia, o una de intriga, otras me apetece más un clásico o una obra maestra del Séptimo Arte, a veces me pongo una de acción y aventuras, y de vez en cuando escojo una de carácter intimista o independiente.

Pero hay tardes que el cuerpo me pide una de miedo. Y si al final veo una que no es de miedo, me quedo con las ganas.

Además, escoger una de terror tiene su dificultad, porque encontrar una que sea buena o al menos no demasiado mala es complicado. La inmensa mayoría son un bodrio infumable en cuanto a director y actores se refiere, y eso sin meterme a analizar los guiones (palabra la cual prefiero emplear en plural para no incurrir en falta ortográfica según la RAE por mi enquistada costumbre a tildarla)

Y hoy es una de esas tardes. Sí, lo siento, no me ha invadido todavía el espíritu navideño. Ya lo saturé el otro día cuando emitieron "The Holiday (Vacaciones)" y me la vi por decimoquinta vez, porque me encanta. Pero hoy no, hoy me apetece una de miedo.


¿Cuál ha sido la que más os ha impactado? ¿La que os dejó con la piel de gallina? ¿La que, tras días de haberla visto, os seguía atormentando? Dadme ideas, que prometo vérmelas ;)